John Bolton, asesor de Seguridad Nacional del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, admite en una entrevista con la cadena Fox que si las petroleras estadounidenses pudieran acceder a los pozos de petróleo de Venezuela, la situación actual en el país venezolano sería otra.
“Estamos conversando con las principales empresas estadounidenses ahora”, añadió Bolton, quien confirmó que su objetivo es que esas empresas “produzcan el petróleo en Venezuela” porque “sería bueno para el pueblo de Venezuela y el pueblo de Estados Unidos”.
Así se muestra el interés de Washington por el país latinoaméricano, interés vinculado al saqueo del petróleo de Venezuela.
Después de esas declaraciones, el asesor de la Casa Blanca anunció la imposición de sanciones contra la petrolera pública venezolana PDVSA, medidas restrictivas que comprenden la congelación de unos 7.000 millones de dólares en activos de esa empresa venezolana.
Asimismo enfatizó los argumentos de la defensa de la democracia y de los derechos humanos, y se reafirmó en que si Nicolás Maduro es derrocado, eso conllevaría un “gran avance” para crear “oportunidades de negocio” en la zona.
Estas declaraciones de John Bolton no son ya una sorpresa ya que el propio presidente, Donald Trump, ha afirmado con anterioridad la importancia de los recursos naturales de otros países para los Estados Unidos.
“Estoy interesado en Libia si tomamos el petróleo. Si no tomamos el petróleo, no hay interés”, dijo Trump en 2012, además añadió que se podría “ayudar” al Estado libio si a cambio entregaba la mitad de su crudo.
Desde la Casa Blanca se ha blindado a los golpistas para apoderarse del petróleo de Venezuela, amenazando al presidente electo, Nicolás Maduro, con represalias si su gobierno actúa contra Guaidó.
“Cualquier acto de violencia e intimidación contra el dirigente democrático de Venezuela, Juan Guaidó, representaría un grave asalto a la legalidad y estará seguido de una respuesta significativa”, ha dicho John Bolton.