Cualquier decorador profesional estará de acuerdo en afirmar que las cortinas pueden marcar una gran diferencia en el diseño de una estancia, pero solo se suman puntos a favor si estas se eligen correctamente. Cuando se trata de cortinas, todo es cuestión del color y el tipo de tejido, así como de su longitud.
Puede ser fácil abrumarse, debido a la cantidad de opciones disponibles, sin embargo, hemos consultado con expertos, quienes gustosos nos han explicado por qué comprar cortinas baratas es una idea bonita y más que justificada para decorar el hogar. Lo importante en todo caso, es atender a algunos consejos para elegir las adecuadas.
El color y el tejido
Estos son dos factores principales a la hora de elegir las cortinas correctas, porque el material es el que determinará el funcionamiento, la resistencia y el aspecto durante un buen tiempo. Si estas son muy pesadas, lo más probable es que no se logren desplegar con facilidad; y, si son muy ligeras, es posible que su caída no sea muy elegante.
Un consejo práctico es sostener la tela contra la ventana. Puedes hacer un acordeón en la parte superior y dejar que este caiga, para que puedas visualizar cómo se ondula en todo su recorrido, de esta forma podrás proyectar con un poco más de precisión cómo caerá la tela. Se pueden adquirir muestras grandes para visualizar esa caída que deseas que tenga la cortina.
Por otro lado, es importante tener presente que la luz del sol tiende a desteñir los tejidos a lo largo del tiempo, así que es vital reconocer la cantidad de luz natural que recibe una estancia. Si es mucha, lo más acertado es evitar los colores brillantes, porque estos se destiñen un poco más rápido.
Pero si eres de las personas a las que les gusta renovar periódicamente los estilos y las decoraciones, este factor no tiene que ser motivo de preocupación. No obstante, la selección de colores neutros ayudará a que tus cortinas se vean en perfecto estado durante mucho más tiempo, porque son menos propensos a que el tono se desvanezca. Además, son más sencillos de integrar en cualquier estilo decorativo.
En relación con los materiales o tejidos hay muchas opciones para elegir, sin embargo, el lino, la seda sintética o natural, y el terciopelo, son algunos de los más seleccionados, porque son materiales que cuelgan mucho mejor.
Las cortinas baratas de tela sintética suelen ser las más duraderas, y en una estancia muy soleada, este tipo de tejido dura mucho más que la seda real, por ejemplo. Otras telas son más acogedoras y ayudan a evitar el frío, esto se debe a que su peso permite bloquear un poco más la luz y permite mantener durante más tiempo el calor.
La longitud y las barras
Tomar las medidas de la ventana es una acción crucial para conseguir el aspecto deseado. Al respecto hay buen margen de libertad, ya que se puede decidir colocar la cortina por encima de los bordes de la ventana para generar la sensación de que estas son más altas. Es un truco perfecto que permite que un ambiente se vea más amplio y también más elegante, si así se quiere.
Sin embargo, es bueno saber que los diseñadores profesionales suelen colgar las barras y las cortinas, por lo menos a unos 15 o 20 centímetros por encima del marco de la ventana, pero como acabamos de mencionar, muchos prefieren colocarlas más alto.
Para conseguir un aspecto tradicional, la cortina puede verse mucho más larga y arrastrarse un poco por el suelo; pero para un aspecto más moderno y limpio, lo ideal es que el panel de tela caiga a ras del suelo. Todo es cuestión de gustos y preferencias.
La misma dinámica es referida cuando se debe medir el ancho de la ventana, pero en esta ocasión, la precisión es un poco más compleja, porque se requiere determinar qué tan tupida se quiere. Lo ideal es duplicar la medida para asegurar un buen aspecto visual, de esta forma, se garantiza que al abrirlas, estas no estorbarán demasiado bloqueando el cristal.