El piquete militar del Acuartelamiento Daoiz y Velarde, en Paterna, rindió el 2 de noviembre el tradicional homenaje a los soldados “Caídos por España” en su cementerio municipal, donde se encuentra la mayor fosa común de la Comunitat Valenciana con los restos de 2.238 represaliados.
En el cementerio trabajan arqueólogos y voluntarios para exhumar de las fosas a estos represaliados republicanos entre 1939 y 1956. Las labores comenzaron a las 8 de la mañana y poco a poco numerosas personas fueron llegando al lugar, portando algunas banderas republicanas y rojas del Partido Comunista de España (PCE).
Llegadas las 9 de la mañana, hicieron acto de presencia los militares que iban a rendir honores a los Caídos por España, encabezados por el teniente coronel Carlos Ardanaz, estos pasaron de largo siempre con mirada al frente, sin prestar atención a los presentes junto a las fosas. Los militares en formación y a buen ritmo eran seguidos por invitados al acto liderados por concejales del PSOE, PP y Ciudadanos. Podemos, Compromís, y EUPV no quisieron participar en este acto a los «Caídos por España».
Mientras se realizaban los trabajos de exhumación de miles de republicanos ejecutados por la dictadura, finalizaba el homenaje ante el panteón en recuerdo de los Caídos por España levantado en el cementerio municipal. La tropa inició la marcha de regreso y familiares y amigos pedían al piquete militar que también mostrara respeto a quienes murieron por “defender la legalidad republicana”.
Es el caso de Javier Parra, concejal de Esquerra Unida de Paterna y secretario general del Partit Comunista del País Valencià, quien aprovecho que los mandos militares cerraban la comitiva para interponerse con la mano extendida y tras presentarse apelar a los oficiales por un saludo y muestra de solidaridad con los caídos por la legalidad republicana que se encontraban allí enterrados.
“No puedo visitar las fosas, en todo caso en otro momento, lo haré de paisano, vendré y las visitaré, porque me interesa la historia”, esta fue la respuesta obtenida por Parra por parte del teniente coronel Ardanaz.
Una conversación cordialmente respetuosa a pesar de las circuntancias y que tuvo lugar junto a un jardín con flores representando la bandera tricolor republicana.
Finalmente, la comitiva militar nuevamente pasó de largo las fosas de los ajusticiados por el franquismo a lo largo de 17 años, sin girar la vista en ningún momento.