El eurodiputado que abandonó Izquierda Unida (IU) el pasado mes de noviembre, Javier Couso, anuncia que tomará medidas legales contra la coalición por las acusaciones de que se beneficia de su puesto, como con el uso de chófer, vuelos en primera clase, etc.
Las medidas que anuncia Couso son consecuencia de la información que publicó el medio MONCLOA.COM con las críticas internas de IU hacia el eurodiputado. Couso sostiene que esta formación “busca dejarme en una mala situación, pero intencionadamente”.
Según Javier Couso el documento “contiene falsas acusaciones y datos engañosos que cuestionan mi honorabilidad en el ejercicio de la función pública que desempeño”, asimismo destaca que las acusaciones difundidas internamente por IU son “una clara venganza por haber dejado el partido y haber criticado y cuestionado la forma endogámica de actuar de sus dirigentes”.
El eurodiputado abandonó IU por sus diferencias con la organización de la que formaba parte y con la que tenía fuertes discrepancias sobre el proceso de primarias. Desde el punto se vista de Couso se había producido una “sucia maniobra” para dejar fuera de las listas a los actuales eurodiputados.
Izquierda Unida ante las acusaciones vertidas por Couso contra la dirección, respondió internamente con un documento en el que le acusó de no votar en el parlamento europeo en el sentido decidido por la dirección y asimismo afirmó que Javier Couso se negó a hacer campaña para su organización.
Couso señala que los dirigentes de IU “se alejan cada vez más de las personas que constituyen la verdadera esencia de IU y del PCE, pretendiendo hacer de los mismos su cortijo particular”.
Las críticas por el sueldo de Couso
Las críticas dentro de la organización se extendieron al cobro de los salarios como eurodiputado, afirmando que Couso se negó a cumplir los estatutos de la organización durante varios meses y que “prefirió seguir cobrando muy por encima del techo salarial que se marca IU como organización de clase” (la cantidad no puede sobrepasar el triple del salario mínimo interprofesional).
IU le reprochó además que usara vuelos en primera clase, que se trasladara en un coche oficial y que usara conductor para ir a cenas en restaurantes.
La versión del eurodiputado es que los coches oficiales no se usan nunca para asuntos personales y que se trata de un servicio que resulta más barato para la delegación que utilizar taxis.
En cuanto a los vuelos Javier Couso explica que “el uso de los vuelos en primera clase se realiza siempre por causa mayor, está reglamentado y siempre previamente justificado”.
Sobre los salarios, el europdiputado mantiene “he venido percibiendo las cantidades estipuladas por la propia Izquierda Unida, ni más ni menos”.
La financiación de partidos
Couso desmiente que no haya donado parte de su sueldo a la coalición europarlamentaria de IU, y asegura que cumplió hasta la baja de la organización.
En ese sentido, el eurodiputado explica que las leyes españolas y europeas prohíben que las cantidades destinadas al desarrollo de la actividad parlamentaria sirvan para la financiación de los partidos.
En cuanto a los votos y la campaña andaluza, Javier Couso afirma que las discrepancias han sido comunicadas siempre a la dirección de IU y que esta organización nunca le ha abierto expediente ni sancionado por ello. Según el eurodiputado, cuando ha votado en un sentido diferente al marcado por la dirección de IU lo ha hecho “siempre en conciencia” y de forma compartida con otros europarlamentarios de la organización, “porque considerábamos que nuestro voto estaba más cerca de las convicciones políticas de IU” que de la de sus dirigentes.