Canadá legaliza la marihuana convirtiéndose ayer en la primera gran economía mundial en legalizar la marihuana para fines recreativos, cumpliendo así el Gobierno de Justin Trudeau su promesa electoral de autorizar el uso recreativo del cannabis.
Ya por la mañana había filas delante de tiendas de productos de cannabis en diferentes localidades del país.
«Voy a hacerle una placa con fecha, hora y todo, esto nunca me lo fumaré realmente, voy a guardarla para siempre», dijo a la cadena CNN el cliente Ian Power, uno de los primeros en comprar marihuana en St. John, una ciudad en el este canadiense.
La aprobación representa un hito histórico, permitiendo que los canadienses adultos fumen marihuana para fines recreativos tras una prohibición de casi un siglo.
Sin embargo, una confusión jurídica hará difícil que los usuarios aprovechen la novedad en las mayores ciudades del país, como Toronto y Vancouver, que no tendrán este tipo de tiendas abiertas.
Los gobiernos provinciales de Canadá sólo aprobaron hasta ahora un número pequeño de tiendas y existe una escasez de la hierba suministrada a ellas. Por eso, la mayoría de los canadienses probablemente continuaran, por ahora, abasteciéndose en el mercado negro.
«Habrá muchas celebraciones durante este día y serán casi todas con marihuana ilegal» en algunas de las ciudades más grandes de Canadá, dijo Brad Poulos, instructor y experto en negocios de marihuana de la Universidad Ryerson de Toronto.
«Los usuarios de marihuana recreativa de Canadá … simplemente continuarán con sus fuentes (actuales) de suministro hasta que el sistema legal se actualice.»
A pesar de la falta de tiendas en las grandes ciudades del país, los consumidores de Canadá podrán comprar marihuana legal por internet, ya sea en sitios administrados por gobiernos provinciales, ya sea en minoristas licenciados, pero la entrega podrá tardar unos días.
Canadá legaliza la marihuana con el objetivo de que la legalización intente contener el mercado negro y su uso entre los jóvenes, aunque existen preocupaciones sobre la medida en torno a la salud pública y la seguridad de la legalización.
Trabajadores de salud pública sostienen que fumar marihuana hace tanto mal como el tabaco, pero agradecen la oportunidad que la legalización trae de un diálogo abierto.
La policía, por su parte, se prepara para un aumento de la incidencia de conductores que conduce bajo el efecto de la droga aún no está lista para presentar las nuevas denuncias criminales que exigen recoger muestras de sangre dos horas después de la detención para detectar niveles por encima del límite de THC, el agente psicoactivo del cannabis.
«Como médico y como padre, no estoy de acuerdo con la legalización del cannabis recreativo», dijo Antonio Vigano, especialista en marihuana medicinal y director de investigaciones en la clínica de cannabis Sante en Montreal, ante el riesgo de un consumo mayor entre los jóvenes.
«Hay preocupaciones por la salud», dijo Gillian Connelly, de la Agencia de Salud Pública de Ottawa. «Pero la legalización está creando una oportunidad para discutir el consumo de cannnabis y, por ejemplo, que los padres empiecen una conversación con sus hijos al respecto».
«Durante décadas, sólo hemos dicho: ‘no consumáis’, pero esto no ha funcionado», agregó.
Canadá legaliza la marihuana estando sus ciudadanos entre los mayores usuarios per cápita de cannabis, con 4,6 millones o uno de cada ocho, ha consumido marihuana este año (incluyendo el 18% de la juventud en Ottawa).
Conducir bajo sus efectos
El gobierno envió un mensaje a 14 millones de familias destacando los aspectos básicos, incluyendo advertencias sanitarias y la necesidad de mantener la marihuana lejos de niños y mascotas.
La organización Mothers Against Drunk Driving (Madres Contra la Conducción Ebria) también se asoció al Uber y a la productora de marihuana Tweed en una campaña contra la conducción bajo los efectos del cannabis.
Los empleadores, por otro lado, están estableciendo una amplia gama de restricciones al uso que afecta el trabajo. El ejército, por ejemplo, ha ordenado a los soldados que no usen marihuana ocho horas antes de un turno, mientras algunos policías y compañías aéreas anuncian prohibiciones.
Riesgo entre los adolescentes
Además de las zonas grises legales, hay una escasez de datos científicos sobre el cannabis, lo que dificulta el establecimiento de políticas.
Esto se hizo evidente cuando las autoridades descartaron las preocupaciones de los médicos con el impacto de la marihuana en el desarrollo del cerebro de menores de 25 años, y establecieron la edad mínima para el consumo en 18 o 19 años, de acuerdo con la edad legal para la ingestia de alcohol.
También determinó que fijar la edad en 25 años comprometería los esfuerzos para eliminar el mercado negro, lo que a su vez debilita el suministro de un producto más seguro para los consumidores.
El consumo relacionado con la ejecución de tareas bajo efecto de estupefacientes también sigue siendo confuso en estos momentos en que Canadá legaliza la marihuana. Para responder a esto, el gobierno estableció tres límites de concentración de THC prohibidos en la sangre: por encima de 2 nanogramos (ng) pero inferiores a 5 ng por mililitro de sangre; 5 ng o superior; y 2,5 nanogramos en combinación con 50 mg de alcohol por 100 mililitros de sangre.
«En las personas que conducen, sabemos que la presencia del THC es un riesgo para la atención, la concentración y el juicio», dijo Vigano.
Canadá legaliza la marihuana pero las fuerzas de orden aún no tienen personal para la toma de muestras de sangre y los policías están siendo entrenados para usar medidores alternativos de saliva en carreteras para detectar el THC, aprobados en agosto.
Mientras tanto, el gobierno espera que la reducción del precio simplemente ponga a los traficantes fuera del negocio.
Para Jean-Sebastien Fallu, especialista en dependencia de la Universidad de Montreal, los riesgos «definitivamente» no superan las virtudes de las legalización.
«El cannabis no es bueno para la salud, pero la prohibición es extremadamente nociva y peor que el cannabis», dijo Fallu.