Las lentillas o gafas de contacto son una gran opción para aquellos que necesitan usar gafas graduadas. Sin embargo, antes de usarlos se debe conocer una serie de aspectos para evitar una mala higiene y problemas posteriores.
Muchas personas prefieren usar lentillas, como una alternativa más cómoda frente a las gafas graduadas, pero se debe conocer si estas, realmente le prestarán y si se llevarán los cuidados apropiados para evitar infecciones, y que no resulten un problema en vez de una solución.
Lo ideal al momento de comprar, es ir con especialistas en el sector, que tengan diversas marcas y modalidades de lentillas y que además puedan asesorar, al ser expertos en la materia. Se pueden comprar, por ejemplo, lentillas baratas en Óptica Óptima, quienes tienen una amplia gama, y pueden asesorar con propiedad sobre su uso.
Entre las mayores ventajas de las lentillas, es la libertad que supone no usar gafas, con ellas se puede hacer deporte de forma sencilla, no interfieren con el casco y no tapar el maquillaje en un día especial. También permite ver más claramente, al estar en el ojo logran un mayor campo visual y proporcionan un mejor aspecto, sumado a la seguridad que le otorgan a la persona.
¿Cómo cuidar las lentillas?
Se debe tener una excelente higiene para evitar infecciones y otros problemas. Antes de tomar las gafas de contacto con las manos, deben estar lavadas muy bien y no secarlas con toallas que suelten trozos o pelusas.
No se deben lavar las lentillas con agua del grifo. Para ello, se encuentra especialmente diseñada la solución que puede comprarse en ópticas o farmacias. En la tienda donde se adquieren pueden indicar cuál es la solución ideal para el tipo de gafas.
Se limpian las lentillas frotando entre los dedos índice y pulgar con la solución limpiadora, cada vez que se van a utilizar. El estuche también se enjuaga con la solución, mientras se usen las gafas de contacto el envoltorio puede dejarse abierto para que se seque correctamente. Y jamás deben meterse en la boca para humectarlas.
No pueden estar en contacto con el agua corriente en la ducha o piscinas, en esos momentos no deben llevarse puestas. Además, es importante seguir las indicaciones del médico u optometrista para reemplazarlas, por lo general no duran más de dos años.
La reutilización del líquido de limpieza está prohibida, tampoco se debe pasar de uno a otro estuche para evitar infecciones. Si se van a almacenar las gafas por un largo tiempo, se tendrían que tomar precauciones, ya que el líquido es absorbido por las lentillas y puede quedarse seco.
No usar las lentillas de diario mientras se duerme. También se debe visitar al médico de forma regular para estar seguro de la prescripción adecuada y si la forma de las gafas se ajustan bien a la córnea, ya que estos pueden deformarse luego de un tiempo.
Los riesgos al emplear gafas de contacto
Muchos deciden utilizar lentillas, pero los expertos, solo recomiendan el uso de acuerdo a la persona y su historial. Deben cuidarse particularmente los que tienen tendencia a tener infecciones oculares, los que trabajan en sitios con mucho polvo, los que sufren de resequedad o fuertes alergias, personas que no podrían cuidar correctamente las lentillas, o aquellos con problemas de córnea o alguna afección en los ojos.
Las lentillas con mucho tiempo o las que no se adaptan bien al ojo, pueden ocasionar problemas como raspaduras, o el crecimiento de vasos sanguíneos, que comprometería la visión.
Se debe ir al oftalmólogo si se nota dolor, ojos rojos, sensibilidad a la luz, ojos llorosos, visión borrosa o supuración, para controlar de forma rápida la problemática y evitar mayores males.
Lo recomendable siempre, es acudir a un especialista desde que se decide usar lentillas, para verificar la salud visual y conocer la prescripción apropiada. Muchas personas son candidatos ideales para usar gafas de contacto, pero lo mejor es comprobarlo antes con los expertos en la materia, además de recibir asesorías sobre las mejores marcas y cómo emplearlas.