El ataque israelí se produjo a las 23:15 horas del pasado viernes día 11 de enero, cuando misiles fueron lanzados por cazas procedentes de la región de Galilea en dirección a los suburbios de Damasco en un ataque aéreo contra Siria, conforme relata la agencia de noticias SANA.
Según este medio sirio, fuentes militares confirmaron que los sistemas antiaéreos se activaron inmediatamente y la mayor parte de los misiles fueron interceptados y abatidos en el aire; La televisión oficial siria también dijo que las defensas antiaéreas «repelieron y derribaron varios objetivos enemigos» sobre el cielo de la capital siria. Los medios oficiales sirios suelen usar el calificativo ‘enemigo’ para referirse a Israel.
El único objetivo alcanzado fue un almacén en el aeropuerto de Damasco. Los efectos limitados de la «agresión israelí» no afectaron al tráfico en el aeropuerto internacional de Damasco, afirmó una fuente del Ministerio de Transporte a la misma.
Hasta el momento, Israel no ha confirmado la realización de ningún ataque aéreo contra Siria, como viene siendo habitual. El pasado mes de diciembre, cerca de la festividad de Navidad, seis cazas israelíes utilizaron dos aviones civiles como escudo para lanzar otro ataque aéreo contra Siria. Los misiles abatidos también tenían blancos en los alrededores de Damasco.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, el cual dispone de una red de observadores en el terreno, afirma que el objetivo del ataque aéreo israelí lanzado desde los cielos del Líbano habrían sido varios depósitos de misiles del grupo chií Hizbulá y de Irán.
El último ataque de gran envergadura fue el que se produjo el pasado mes de mayo de 2018, cuando la aviación israelí bombardeó aproximadamente 70 objetivos, entre los que se encontraban centros de control y mando, y centros logísticos, almacenes e infraestructura de armas en territorio sirio.