Una de las razones más habituales por las que las personas acuden a la consulta de un dermatólogo son las alergias cutáneas. Estas reacciones tienen lugar cuando el cuerpo produce una respuesta inmunitaria anormal ante sustancias que se encuentran presentes en el ambiente, y que son identificadas como extrañas.
Dichas sustancias son alérgenos, y según de cuál se trate se producen distintos tipos de alergias en la piel. No obstante, las alergias más frecuentes son la urticaria y el eccema. Veamos en qué consisten.
¿Qué son la urticaria y el eccema?
La urticaria es la aparición de habones con mucho picor en la piel. A veces se producen también manifestaciones sistémicas como por ejemplo dolor abdominal, hipotensión o problemas para respirar, porque la reacción alérgica es especialmente intensa. Se trata de una reacción alérgica provocada por un mecanismo inmunitario conocido como tipo I.
Por otro lado, el eccema (dermatitis) es una reacción inflamatoria de la piel consistente en la aparición de eritema, pápulas, vesículas, costras y descamación, provocada por diversos mecanismos. El mecanismo en el caso del eccema alérgico de contacto es una reacción inmune conocida como tipo IV, mediada por unas células llamadas linfocitos que dan lugar a la liberación de unas sustancias inflamatorias en la piel después de entrar en contacto con el alérgeno.
¿Cuáles son los alérgenos más frecuentes?
Dentro de las reacciones tipo I los alérgenos más comunes suelen ser los siguientes: alimentos, medicamentos (como la penicilina por ejemplo), picaduras de insectos y el látex de los guantes.
En las reacciones tipo IV los alérgenos más habituales son los metales, especialmente el níquel, que se encuentra en la bisutería, y también los conservantes que se emplean en los cosméticos y las fragancias de los perfumes.
¿Cómo tiene que prepararse el paciente para hacerse una prueba de alergia?
Unos días antes de hacer el test de alergia el paciente tendrá que evitar la ingesta de medicamentos que inhiban la histamina. Para hacerse las pruebas epicutáneas tiene que evitar los corticoides desde la semana anterior a las pruebas, así como aplicar cremas con corticoides en la zona en la que se van a colocar los parches.
Sí podrá tomar antihistamínicos, ya que el mecanismo de producción de la respuesta inmune no se encuentra relacionado con la liberación de histamina. A esto hay que añadir que el paciente no se puede mojar la espalda, hacer ejercicio ni sudar mientras que tenga los parches puestos, ya que si se caen antes de 48 horas podrían dar lugar a falsos negativos a la hora de la lectura de las pruebas.
¿Qué tiene que llevar el paciente cuando vaya a hacerse las pruebas epicutáneas?
Si bien se han comercializado diversas baterías de alérgenos para las pruebas epicutáneas, lo cierto es que no todas las sustancias que pueden provocar alergia se encuentran presentes en ellas. Por esta razón es fundamental que el paciente traiga sus propios productos para hacer pruebas con ellos, por ejemplo sus perfumes, cremas hidratantes o medicamentos tópicos.