El jefe del Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, Vladimir Savchenko, declaró ayer por la tarde haber recibido información de residentes en la provincia de Alepo sobre la preparación de una nueva provocación por parte de los Cascos Blancos con sustancias tóxicas.
El objetivo es, según el militar ruso, acusar al gobierno y al ejército sirio de «usar armas químicas contra la población local», indica la agencia SANA.
Savchenko añadió que un gran número de Cascos Blancos llegaron a las localidades de Ezaz, Marea y al-Ra’ai, en la provincia de Alepo, después de que los terroristas transportaran bidones con cloro y otras sustancias tóxicas desde Jisr al Shughour, en la provincia vecina de Idlib.
Según indicó Vladimir Savchenko, miembros de los Cascos Blancos comenzaron a realizar el rodaje de los ataques escenificados, contando con la participación de diversos civiles, no identificados por la población local.
De acuerdo con la información recogida por el Centro, el Ministerio ruso de Defensa entiende que «los terroristas pretenden provocar a las fuerzas militares sirias para bombardear la localidad de Marea», para luego presentar sus pruebas como si el Ejército sirio hubiera usado armas químicas.
«Fachada de Al-Qaeda y de al-Nusra»
Esta entidad fundada en 2014 y que se define a sí misma como una organización no gubernamental para apoyar a la población siria ha tenido, desde entonces y en varias ocasiones, su «máscara terrorista» retirada por varias organizaciones internacionales.
También el Ejército sirio ha revelado documentos que exponen su conexión con Al Qaeda y al-Nusra, y que ponen de manifiesto su papel en la puesta en escena de ataques químicos contra civiles, con el fin de «culpar a Damasco y así justificar ataques y una mayor intervención de las potencias occidentales».
La «escenificación de Douma»
En una entrevista con el Daily Mail publicada a principios de junio, el presidente sirio, Bashar al-Assad, afirmó que el presunto y muy popular ataque químico en Douma, en la región damascena de Ghouta Oriental, fue realizado conjuntamente por Estados Unidos y sus satélites, Francia y el Reino Unido.
Dirigió entonces fuertes acusaciones al Reino Unido, recordando que este país «apoyó públicamente» y «gastó mucho dinero» en los Cascos Blancos, que calificó como «una ramificación de Al Qaeda y de Al-Nusra en varias partes de Siria» , y fue la organización directamente involucrada en la puesta en escena y divulgación del ataque químico en Douma, el pasado 7 de abril.
Este montaje, en concreto, sirvió de base para que Estados Unidos, el Reino Unido y Francia atacaran posiciones e instalaciones del Ejército Árabe Sirio una semana después, el 14 de abril, incluso sin tener ninguna prueba de la implicación de Damasco en el supuesto ataque químico y a pesar de que el Gobierno sirio reiteradamente refutó las acusaciones contra sí formuladas como «infundadas».
Investigaciones posteriores demostraron que no había habido un ataque con armas químicas en Douma el 7 de abril, que el vídeo que sirvió de «prueba» era falso, una «puesta en escena» montada por los Cascos Blancos.
En julio de este año, cuando el EAS avanzaba rápidamente contra las terroristas en el suroeste del país, Israel transportó de allí a Jordania, a petición de Estados Unidos y de varios países occidentales, varios cientos de miembros de la llamada «organización humanitaria».