En la escuela vallisoletana de Torrecilla de la Abadesa, la escuela más pequeña de España, la hora de entrada son las 10 de la mañana, no hay colas de espera para entrar, las explicaciones se pueden repetir tantas veces como sea necesario, en ella no se pasa lista y es imposible copiar.
Se trata de un centro que estuvo a punto de cerrar el pasado año, pues la que es la escuela más pequeña de España tiene únicamente tres alumnas en su patio de 26 kilómetros cuadrados (el tamaño del término municipal de Torrecilla de la Abadesa, de 288 habitantes).
La docente al cargo de dichas alumnas es Laura Velicia, a la que le gusta que la escuela sea rural, que pasen las ovejas cerca y que parezca que se para el tiempo. La educación en esta escuela es horizontal, con las cuatro (maestra y estudiantes) en la misma mesa y flexible pues si hace buen tiempo, se desplazan a dar clases al mirador o al parque, declara Laura.
La pequeña escuela de Torrecilla de la Abadesa pertenece al Centro Rural Agrupado (CRA) Padre Hoyos, que cuenta con otras dos aulas ubicadas a 25 kilómetros. Este CRA en otros tiempos llegó a abarcar siete pueblos ante la necesidad formativa de los jóvenes, pero hoy es una zona castigada por la despoblación.
Las niñas asisten a la escuela, donde están en zapatillas de estar por casa, idea de Ángela Garrido, directora del CRA, que copió la idea de un centro de Leeds (Inglaterra) donde hizo prácticas.
«La escuela tiene que ser acogedora -asegura- Antes de conocer la escuela rural pensaba que era una enseñanza pobre y sin calidad. Ahora que la conozco desde dentro, creo que es la mejor: con tres en clase, aprenden sí o sí».
Cada una de las tres alumnas tiene que encargarse de una tarea: subir y bajar las persianas, revisar que el baño está en orden y comprobar el ordenador y colocar sillas, mesas y poner la fecha en la pizarra como en cualquier otro centro se encargan los alumnos designados para ese día. Pero la diferencia reside en que en la escuela más pequeña de España casi no tienen deberes ni clases extraescolares, la clase puede ser en el aula o en el exterior, hacen operaciones y dictados, y también clasifican hierbas del campo.
«Para ellas es un lujo y para mí un regalo»
En toda España sólo hay cinco escuelas de tres alumnos y las cinco se concentran en Castilla y León, la comunidad autónoma que mejores resultados obtiene en el Informe Pisa. Si en Lectura los estudiantes tienen el nivel de Finlandia, en Matemáticas superan a Alemania o en Ciencias son mejores que los de Corea del Sur, dicen los expertos, también es por una causa: las bajas ratios de la escuela rural.