El presidente norteamericano, Donald Trump, sugirió este sábado al grupo tecnológico Apple que produzca sus equipos en Estados Unidos y no en China, para evitar las consecuencias de la guerra comercial en curso con Pekín.
«Los precios de Apple pueden aumentar debido a las enormes tarifas que pueden imponerse a China», subrayó Trump, en la red social Twitter, tras haber amenazado el viernes con imponer aranceles a la totalidad de las importaciones procedentes de China, por «prácticas comerciales desleales».
«Fabriquen sus productos en Estados Unidos y no en China, empiecen a construir ya nuevas fábricas».
Apple depende de China para la fabricación de muchos de sus aparatos, pudiendo sufrir el impacto del conflicto comercial entre ambos países.
El líder del grupo, Tim Cook, consideró recientemente que las tarifas impuestas a China por la administración estadounidense parecen «tasas sobre el consumidor».
Entre julio y agosto, 50.000 millones de dólares de bienes chinos ya han sido cubiertos por tasas impuestas por Estados Unidos. Pekín respondió con medidas idénticas y advirtió que todavía puede gravar productos provenientes de Estados Unidos equivalentes a 60 mil millones de dólares.
Ya en noviembre de 2016, Donald Trump habló directamente con Tim Cook, el CEO de Apple, para discutir la posibilidad de traer la fabricación a los Estados Unidos. Según informó Macworld US, el Mac Pro ya se está ensamblado en los EEUU, pero también es el producto de menor venta que fabrica Apple. No parece que Apple vaya a mover toda su fabricación a los EEUU, pero podría tener que mover una parte de ella durante el gobierno de Trump.
Trump ha revelado que espera que Tim Cook traiga más fabricación a los EEUU, posiblemente incluso para el próximo iPhone. En una entrevista con Axios, Trump dijo que Tim Cook tiene las puertas abiertas para hacer el iPhone en los Estados Unidos.
La guerra de EEUU y su vasallo inglés contra el gigante asiático continúan después de que hace pocos días, el gobierno de Pekín amenazara a Londres con sanciones económicas tras la invasión de un navío inglés de aguas chinas.