Rusia denunció hoy la «manipulación de la información» por parte de Londres en el caso Skripal, después de que las autoridades británicas identificaran, a dos ciudadanos rusos, como sospechosos de haber utilizado un agente neurotóxico (novichok) contra un ex espía ruso.
Moscú ha asegurado desconocer la identidad de los dos individuos sospechosos, que ahora son objeto de una orden de detención europea emitida por las autoridades británicas. Sin embargo, la líder del Partido Conservador y Primera Ministra británica Theresa May, ha asegurado hoy que los sospechosos del ataque en el caso Skripal, Alexandr Petrov y Rushlan Boshirov, trabajaban para la inteligencia militar rusa.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, le ha pedido a Londres que «acabe con las acusaciones públicas falsas y con la manipulación de información», al tiempo que solicitaba colaboración de las autoridades británicas para la investigación.
Las autoridades británicas indicaron que no van a pedir la extradición de los dos sospechosos a Moscú porque la Constitución rusa no permite la extradición de sus propios nacionales y porque rechazó solicitudes de extradición en situaciones anteriores.
El ex espía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia Skripal fueron hospitalizados en estado crítico, pero sobrevivieron y acabaron por tener el alta médica después de varias semanas de internamiento.
El caso Skripal originó una grave crisis diplomática entre Rusia y Occidente, y se suma a la batalla geoestratégica que se desarrolla en Siria, donde Moscú ha decidido expulsar a los terroristas de la provincia de Idlib, pese a las peticiones de Donald Trump de que se abstuviera de atacar este bastión de Al Qaeda.