El Tribunal Superior Electoral (TSE) rechazó esta madrugada la candidatura del ex presidente brasileño, detenido desde abril y obligado a cumplir una pena de prisión de 12 años y un mes por supuesta práctica de los crímenes de corrupción y blanqueo de capitales.
El único voto a en contra de la resolución fue el del jurista y abogado brasileño Edson Fachin, que afirmó que Brasil debía asegurar los derechos políticos de Lula como candidato, de acuerdo con la decisión del Comité de Derechos Humanos de la ONU, que defiende la garantía de los derechos políticos de Lula, incluso como candidato, hasta que se agoten todos los recursos legales en los tribunales.
Sin embargo, el TSE decidió vetar la candidatura de Lula da Silva a la presidencia de Brasil, alegando que la adhesión del país al pacto no es vinculante, por lo que no va a acatar la recomendación del organismo de la ONU.
El proceso de bloqueo judicial a la candidatura de Lula da Silva está siendo visto internacionalmente como un atropello a los derechos políticos del ex presidente brasileño. Varias voces han criticado la forma en que el proceso está siendo acelerado, frente a otros procesos, demostrando una «gran arbitrariedad del poder judicial» en Brasil.
El TSE dio al Partido de los Trabajadores (PT) un plazo de diez días para sustituir al «cabeza de lista», que debe ser el actual vicepresidente, Fernando Haddad. Además, el TSE ha determinado que Lula no puede opinar públicamente, hacer ninguna acción de campaña, ni participar en programas de radio o televisión.
La respuesta del PT
El PT reafirmó en una nota que va a «defender a Lula en las calles, con el pueblo», habiendo denunciado la «violencia cometida» contra el antiguo jefe de Estado y afirmado que «presentará todos los recursos a los tribunales para que sean reconocidos los derechos políticos de Lula da Silva, previstos en la ley y en los tratados internacionales ratificados por Brasil.
«Es mentira decir que la ley impide la candidatura de cualquiera que haya sido condenado en segunda instancia», continuó el partido, citando a 145 candidatos que disputaron elecciones municipales en 2016 y que, como Lula da Silva, fueron condenados en segunda instancia.
La velocidad de la decisión también fue objeto de críticas, y el PT resaltó la diferencia de trato que el proceso de Lula está siendo objeto, de otros casos similares como los de Geraldo Alckmin y Jair Bolsonaro.