Al menos 10 personas murieron y otras 19 resultaron heridas el miércoles tras la explosión de un coche bomba junto a la sede de una empresa de seguridad privada en Kabul, en Afganistán. Entre las víctimas se encuentran ciudadanos extranjeros, señala la BBC.
Se registró también un intenso intercambio de disparos en el interior del edificio del G4S, un grupo de seguridad británico que actúa en la capital afgana, cerca de un parque industrial, según informó a Al-Jazeera el portavoz del Ministerio del Interior afgano.
El ataque, que fue reivindicado por los talibanes, se produce pocas horas después de que el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, hablara durante una conferencia de la ONU en Ginebra sobre la intención de alcanzar un acuerdo de paz con los talibanes. El gobernante defendió un plan de cinco fases para que los talibanes «puedan insertarse en una sociedad democrática e inclusiva».
«La elección presidencial de abril es fundamental para el éxito de las negociaciones de paz. El país necesita un gobierno electo con un mandato para aplicar ese acuerdo y liderar el proceso de reconciliación social», declaró Ashraf Ghani.
Este atentado ocurrió un día después de que tres soldados norteamericanos murieran y otros cuatro resultaran heridos durante la explosión de un artefacto explosivo artesanal en la provincia de Ghazni, en el este de Afganistán.
Las autoridades locales alertan sobre la escalada de la violencia en la región, en un momento en que los talibanes intentan reforzar su posición antes del inicio de las negociaciones.